Una orden judicial permitía a la madre pasar hasta el miércoles con los dos menores sin presencia paterna.
Francesco Arcuri, finalmente, no ha llevado a sus dos hijos esta tarde al lugar en el que tenía que recogerlos Juana Rivas. La madre de Maracena, que en julio pasado se fugó con los dos niños para no entregárselos a Arcuri, no ha podido reunirse hoy con ellos a su llegada a Italia como tenía previsto. Una resolución judicial permitía a Rivas estar con los dos niños, de 3 y 11 años, durante su estancia de tres días en Cagliari, donde debía acudir para el juicio en el que se iba a dirimir de manera definitiva la guardia y custodia de los dos niños. Pasadas las cinco de la tarde, Juana Rivas y sus abogados han llegado al hotel donde residirán estos días y se han dado cuenta de que los niños no habían llegado ni, probablemente, iban a llegar. Ante eso, Mª Eugenia Álvarez, la abogada de Rivas en Italia, ha presentado un escrito en el que se establecía un nuevo límite para la entrega, las 7 de la tarde. A esa hora, como todas las señales hacían prever, ni Arcuri ni los niños se han presentado. Llegada la hora límite, los abogados de Juana se han dirigido a comisaria para interponer una denuncia.
Enrique Zambrano, abogado en España de Arcuri, explica las circunstancias por las que no ha sido posible el reencuentro. “Hemos esperado todo el fin de semana a que la señora Rivas nos indicara si iría a Italia o no. Finalmente, la confirmación de que sí lo haría, y de que quería reunirse con sus hijos, nos ha sido comunicada a las ocho de la mañana de hoy. Nos indicaba que quería reunirse con ellos a las cuatro de la tarde en Cagliari. En esas circunstancias, Francesco Arcuri no ha tenido tiempo material para el traslado de los niños al lugar donde estaba su madre”. El equipo de Arcuri considera que mañana, tras la comparecencia de Arcuri y Rivas ante el juzgado número uno de lo Civil del Tribunal de Cagliari, será el momento más apropiado para el reencuentro materno filial.
La reunión de Juana Rivas con sus hijos ha sido un asunto que llevaba fraguándose algunos días antes de la resolución judicial del viernes pasado. En un primer momento, Mª Eugenia Álvarez contactó con los abogados de Arcuri en Italia para ello. Éstos no se negaron pero insistieron en que el encuentro estuviera supervisado en todo momento por Arcuri o alguien de su confianza. La letrada de Rivas no estuvo de acuerdo y tras intervención del juez, se dictó una resolución por la que la reunión sería supervisada por la propia Álvarez o por Addolorata Marseglia, la otra letrada italiana del equipo de Arcuri. Esa resolución, incumplida hoy, ha sido también recurrida por la representación legal de Arcuri, que pide, al menos, una supervisión neutral como la de los Servicios Sociales de Carloforte. También quieren que la reunión entre la madre y sus hijos sea limitada en el tiempo a un par de horas al día.
Detención de Rivas
Por otro lado, el viaje de Juana Rivas a Italia ha requerido de sus abogados una investigación que les permitiera viajar con la tranquilidad de que no sería detenida por ninguna causa pendiente. Finalmente, según declaraciones de José Estanislao López a este diario, consiguieron una certificación judicial que les indicaba que no habría tal detención. No son de la misma opinión en el equipo legal de Arcuri. Según sus abogados, en este momento en un juzgado penal de Cagliari existe una causa contra Juana Rivas por sustracción de menores. Enrique Zambrano explica que la demanda civil por sustracción de menores que Arcuri presentó contra su expareja en agosto de 2016, tres meses después de la salida de Rivas con sus hijos de Carloforte, ha derivado en una causa penal al no haber entregado a tiempo a sus hijos. Aunque no esperan una detención, en el equipo legal de Arcuri sí consideran la posibilidad de que la policía la detenga para ficharla e interrogarla sobre su marcha de Italia y todo lo acontecido después.
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